En qué país vivimos, en uno que estaba a puertas del desarrollo y a minutos de un terremoto se transforma en un lugar compuesto de crogmanones que saquea y asalta supermercados, no por necesidad de alimentos, sino por instinto animal.
Hay varias zonas donde hay destrucción y personas muertas, se calcula en 2 millones los damnificados y se hace un llamado a ser fuertes, Chile es fuerte, el chileno es fuerte, es el único capaz de llevarse un refrigerador al hombro, donde en menos de una semana se organiza una Teletón de ayuda para reunir 15 mil millones de pesos para construir 15 mil viviendas de emergencia, llámese medias aguas, se juntan 30 mil millones de pesos y fracción, y sólo se construirán 20 mil de éstas ayudas, el resto de dinero va a ONG’s, si llega a ellas, aunque el monto final jamás lo sabremos, lo que si se sabe es que al otro día de la maratónica jornada todos los participantes tuvieron un gran almuerzo cuando los damnificados no reciben ni agua.
Es loable la actitud de un país donde los ciudadanos y la empresa privada aporten para reconstruir y dar una solución transitoria –que se traduce del chileno como definitiva- justo en el año que se prometía terminar con los campamentos, insisto, es destacable la cooperación, pero lamentable la postura del gobierno, la debilidad de éste, su incapacidad de poder satisfacer la demanda básica, seguridad, bienes de primera necesidad, entre otras.
Es reprochable y patético que la propia población allá tenido que salir a las calles a autoprotegerse de seres irracionales –victimarios- que sabiendo que tienen derechos como a defensa gratis, protección, comida y a un lugar confortable donde estar, pero las victimas no tienen ningún derecho, sólo el agresor las tiene, pero éstos individuos se olvidan de los deberes, hay que ser claros, desde la vuelta a la democracia todos tenemos derechos y de lado quedo lo fundamental, los deberes, es incomprensible que las fuerzas de orden se vean sobrepasadas e imposibilitadas en su actuar, si un carabinero dispara con su arma de servicio debe dar mil y una explicaciones, lo que provocan que se convierta en un ente inerte, haciendo las fuerzas armadas entraran a restablecer todo lo perdido, la culpa, los legisladores y autoridades que han alimentado a toda una generación, niños convertidos en unos potenciales delincuentes que saben que tienen derechos y exigen, pero no saben de deberes.
Con el terremoto quedo demostrado las grandes falencias del país, sus precarias condiciones, Santiago es Chile y sólo con la TV pudo dimensionar que pasaba en el país, mientras las autoridades estaban en ascuas, se caen los teléfonos fijos y móviles más Internet, generando un aislamiento inmediato, también la inoperancia de entidades que no deben fallar, en la región del Bío Bío hay 8 sismógrafos y sólo 4 funcionan ya que no existen recursos, los funcionarios del Shoa no saben leer instrumentos, dando alertas de Tsunami cuando éstos ya han ocurrido, además el mismo personal no es capaz de entender un mensaje de alerta porque no saben inglés.
Nuestro modelo se asemeja al que se encuentra implementado en Hawai, donde las bollas están mar adentro, ya que esa isla se encuentra al medio del cinturón de fuego del pacifico y recibe todos los coletazos de movimientos que ocurren en otras latitudes y, por nuestra parte, somos quienes nos auto-producimos tsunamis, por lo que las realidades son distintas.
No es malo hacer caso a una emisora de avisar cualquier situación de emergencia, como lo fue el trabajo realizado por Radio Bío Bío, pero es una emisora privada, en EE.UU., existe una vía de comunicación gubernamental, una señal de emergencia, que se encuentre siempre disponible ante cualquier eventualidad, pero como somos un estado manejado según las reglas del mercado, éste no le interesa satisfacer la demanda, sino, es mucho más económico, dar las gracias por el servicio prestado.
Nota: Lo anterior lo escribí durante las jornadas posteriores al terremoto, en esas noches de vigilia, algunas sin luz, acompañado sólo por una vela, haciendo ver lo que corría por mi cabeza en ese periodo.
